Latina 01 está situada en pleno casco histórico de la ciudad Salamanca y es el ejemplo perfecto de cómo una pequeña intervención espacial ha cambiado por completo la estética de una vivienda y, lo que es aún más importante, su forma de habitarla. Toda la intervención gira en torno a la sustitución de una pesada escalera de madera por otra metálica para dar acceso a la buhardilla. Sus líneas finas y su presencia sutil parecen desaparecer en el conjunto de la estancia, semejando ser una silueta escultórica más que un elemento arquitectónico. La escalera anterior empequeñecía el espacio, la nueva se desvanece en él y apenas sugiere su volumen, reflejando y expandiendo la luz que entra por las ventanas.
Entre la grada y el resto del apartamento existían un muro y una habitación. Al ser derribados el espacio se ha abierto, poniendo en relación directa el salón con la cocina a través de una gran ventana practicada en el muro de esta. Este vano, a modo de barra americana, permite utilizarlo como encimera auxiliar y mostrador en el que desayunar o servir los platos hacia el salón.
A su vez, la pequeña habitación ha sido reemplazada por un despacho de cristal inundado de luz y silencio, que permite la fácil concentración en el estudio sin tener la sensación de encontrarse en un cubículo cerrado, permitiendo a su usuario disfrutar del horizonte de la sala. Esta solución arquitectónica, anterior a la pandemia de Covid-19 y a los cambios laborales que ha desencadenado, se presenta como una inmejorable opción para aquellos que han cambiado su presencia en la oficina por el teletrabajo en su hogar.
La intervención se completa con un armario de gran capacidad que ocupa al completo la pared del fondo. Con un cerramiento de paneles blancos de marcada línea japonesa disimula su presencia y ayuda en la creación de un ámbito de carácter minimalista.